Para el reloj, me importa una mierda la hora que sea, si es de día o es de noche, eso a nosotros no nos afecta, tu súbete conmigo a esa montaña rusa donde el ritmo lo marcan los latidos de mi corazón, donde tú y yo lo único que tenemos que hacer es dejarnos llevar y vivir la vida, donde voy a quererte hasta la última letra de tu nombre y hasta el último día de mi vida, porque eso es lo que me apetece hacer hoy, y todos los días de mi vida..
Hasta que un día, sin darte cuenta, alguien se acerque a ti, te hable, te mire, o te sonría, y aunque no sea él, haga que te sientas especial...
viernes, 20 de septiembre de 2013
A nuestro alrededor, hay demasiada hipocresía, demasiada gente que va de buena y raja por la espalda. La vida da muchos palos, y gracias a eso valoras cada vez más lo que tienes, y las pocas personas que en realidad valen la pena, por desgracia, siempre hay alguien para juzgar lo que haces o lo que dejas de hacer, ¿pero sabes qué? que me da igual, porque yo estoy demasiado segura de mi misma y quien opine lo contrario que se pudra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario